Editorial

Autor: Alvarez Avalos Alicia

Fragmento

Tras haber constituido lo esencial del arsenal terapéutico hasta mediados del siglo XIX, la fitoterapia cedió progresivamente el sitio a la quimioterapia. Sin embargo, en todo el mundo se observa un renacimiento del interés por las plantas medicinales. La preocupación por el consumo indiscriminado de fármacos por personas enfermas (y sanas), el elevado costo (y en ocasiones toxicidad) de los fármacos sintéticos, unido a la demostrada acción benéfica de medicamentos elaborados a partir de las plantas, han sido algunas de las principales causas del actual auge de las plantas medicinales. Además, sería justo destacar que los movimientos ecologistas y la difusión de su tendencia de retorno a la naturaleza han contribuido también a la revalorización del uso de las plantas medicinales. Ya en 1977, la Organización Mundial de la Salud en su documento titulado «Salud para todos en el año 2000» estableció las bases para buscar en la medicina tradicional una alternativa para el tratamiento de las enfermedades. En 1989, una de las numerosas resoluciones adoptadas por la Asamblea Mundial de la Salud en favor de los programas nacionales de medicina tradicional, destacaba la gran importancia de los medicamentos herbarios para la salud de los individuos y las comunidades. En la Declaración de Chiang-Mai (1989) se da un apoyo decisivo al recurso de las plantas medicinales y a su conservación cuando expresa «salve vidas con plantas y salve plantas se salvan vidas».

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2008-01-30   |   643 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.3. Septiembre-Diciembre 1998 Pags. 5 Rev Cubana Plant Med 1998; 3(3)