El Dr. Ruy Pérez Tamayo ha señalado que el médico verdaderamente ético: “debe desempeñar, en la medida de sus posibilidades, las tres funciones siguientes: 1) Cuidar la salud y combatir la enfermedad, promoviendo siempre que la relación médico paciente sea óptima; 2) enseñar sus conocimientos a alumnos, colegas, enfermos, familiares y todos los que puedan beneficiarse con ellos, y 3) contribuir a aumentar los conocimientos por medio de la investigación médica”. El propio Dr. Pérez Tamayo va más lejos y afirma: “....no desempeñar alguna de estas tres funciones, o hacerlo a un nivel menor que el máximo posible, es una grave falta de ética médica”. En estas condiciones, la única conducta admisible de un médico ético es que se involucre en labores de asistencia, de enseñanza y de investigación, en la medida de sus capacidades. La manera más simple de culminar las investigaciones médicas es la publicación de los resultados de las mismas en alguna revista médica. Los médicos mexicanos, al concluir alguna investigación, tenemos varias opciones para publicar nuestros hallazgos. La primera disyuntiva es publicar los resultados en una de las más de 50 revistas médicas nacionales o en una revista médica extranjera. La idea que la información publicada en revistas médicas mexicanas es mala o de calidad menor a la publicada en revistas extranjeras es incorrecta; existen numerosos ejemplos de trabajos de gran calidad científica publicados en revistas médicas mexicanas.
2008-02-07 | 1,740 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.4. Octubre-Diciembre 2007 Pags. 119-120 Arch Salud Sin 2007; 1(4)