Autor: Cortés Buelvas Armando
Muchos niños, de raza negra, latinos y pobres de New York, reciben fenfluramina (que ya estaba prohibida por el riesgo de valvulopatía y daño cerebral) durante estudios financiados por autoridades estatales, con permiso de la FDA (Food and Drug Administration). Ha habido escándalos por la ocultación de datos sobre las tendencias suicidas que provoca el Prozac, un mayor riesgo de infarto de miocardio con Vioxx y Celebrex y arritmias cardíacas relacionadas con el uso de Prepulsid y Arcasin. Los directores de diversas clínicas en Europa hacen ensayos clínicos no éticos con pacientes psiquiátricos hospitalizados o legalmente incapaces, a fin de probar medicamentos prohibidos, a cambio de elevados honorarios que pagan grandes empresas farmacéuticas. Muchos médicos en Asia y África hacen experimentos en miles de mujeres embarazadas con infecciones por VIH quienes recibieron un placebo en lugar del fármaco probado, a sabiendas del riesgo de contagio para el bebé, financiados por entidades públicas, autoridades del gobierno norteamericano y otros gobiernos y aun por el programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH (ONUSIDA). A miles de pacientes hipertensos en Europa Oriental, América del Norte, América del Sur y China no se les administraron medicamentos sino un placebo durante años aunque no se ignoraba que la medicación disminuye los ataques de apoplejía e infartos, para probar la nitrendipina y el ramipril.
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2008-02-08 | 1,336 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 38 Núm.4. Octubre-Diciembre 2007 Pags. 343. Colomb Med 2007; 38(4)