Autor: Sánchez Medina Guillermo
Como Coordinador del Primer Foro de Paz y Salud Mental en Colombia me dirijo a ustedes en primer término para agradecerles su presencia y participación que con sus altos y grandes conocimientos y experiencia pueden aportar a este compromiso con las necesidades que tiene el país para implementar políticas de salud e higiene mental. Somos concientes de que el Estado ha solicitado nuestra ayuda, y es deber de la Academia acudir a prestarla llamando a todos ustedes, asesores del conocimiento científico, sin exclusivismos, pero sí con sus diferentes conceptos que a través del tiempo se han expuesto y estructurado con la experiencia de Instituciones especializadas eficientes y en los grupos de comunidad social. La Academia convocará próximamente a este debate a diferentes profesionales de distintas áreas del conocimiento; puede ser que igualmente sean convocados a este debate diferentes profesionales de distintas áreas del conocimiento. El qué, el porqué, el para qué y el quién serán contemplados así mismo en cómo, cuándo, cuál y en dónde deben implementarse las soluciones propuestas sin quedarnos en el debate o creer que podemos llegar a encontrar soluciones mágicas omnisapientes, y por tanto omnipotentes, asumiendo que tenemos la verdad, pues esta no solamente no es única y la misma ciencia no ha llegado a comprobar la teoría del “Todo”. Por lo contrario, lo que se espera es buscar algunas luces en el inicio de un camino arduo, difícil pero con la esperanza de un cambio, en especial para llegar a una conciencia reflexiva social colectiva, y así conseguir el bien y orden comunes, y con ello un bienestar y cierta paz. Para todos es bien conocido que nuestra nación ha sufrido una alteración de la paz desde hace medio siglo; de ahí que hemos considerado necesario traer los resultados sobre el estudio de la Salud e Higiene Mental, así como las prioridades de atención de la misma en violencia, desmovilización, reinserción y desplazamiento u otras prioridades fundamentales, así como la economía, la salud mental y sus implicaciones políticas, la reforma de la Ley 100 a la luz de la salud mental, el modelo psicosocial de rehabilitación e ideas para la paz, como también el proyecto de la ley de salud mental que debe diseñarse en la actualidad para la asistencia y prevención de todos los desórdenes biopsicosociales de nuestra población, por ejemplo los provenientes de la depresión, la bipolaridad, el suicidio, el alcoholismo y adicciones a sustancias adictivas, la falta o mala educación sexual y reproductiva, así como la agresión y violencia con todas sus consecuencias como son el SIDA, los abortos, el embarazo no deseado en adolescentes, el abuso sexual, la violencia intrafamiliar, la deserción escolar, la desarticulación de la familia, los problemas psicoemocionales del niño, del adolescente y del sujeto anciano, la corrupción en diferentes niveles, los negocios ilícitos, la falta de amor y la explosión de la sociedad de consumo (que son objeto especial, por parte de los medios de comunicación la venta de la imagen corporal, sin tener en cuenta los valores espirituales y tantos otros desórdenes psicosociales que en el fondo se estructuran por el desequilibrio del “tetraedro del estar, el hacer, el tener y el ser”, para producir una existencia en una paz dinámica.
2008-03-11 | 1,139 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 27 Núm.4. Diciembre 2005 Pags. 276-282 Medicina Ac. Col. 2005; 27(4)