Prevención de errores en la práctica médica,

¿hemos progresado? 

Autor: Ceriani Cernadas José María

Fragmento

Los errores en la medicina, al igual que en todas las actividades humanas, han ocurrido siempre, pero solo en los últimos años merecieron mayor atención. Podría decirse que recién en la década de 1980 algunas publicaciones comienzan a alertar sobre la alta frecuencia de errores; su mayor mérito fue abrir el camino hacia la necesidad de un cambio de cultura y de modelo, que muy lentamente empezó a gestarse. Al respecto, en 1983, se publica en la prestigiosa revista inglesa BMJ un artículo que tuvo la particularidad de incluir entre sus autores a Karl Popper, uno de los filósofos más importantes del siglo XX. Se refería nada menos que a la necesidad de crear una nueva ética para generar una actitud más crítica en la profesión médica y aprender a reconocer nuestros errores. La escasa importancia que el tema merecía por aquel entonces queda reflejada en el hecho de que Richard Smith, uno de los editores del BMJ y años más tarde editor jefe durante varios años, relata en sus memorias que estuvo a punto de rechazar el artículo por considerarlo excesivamente teórico y de escasa trascendencia, pero que, como la figura de Popper lo intimidaba, decidió finalmente aceptarlo. El tiempo confirmó lo acertado de esa fortuita decisión pues el contenido del artículo constituye una lección sobre lo que debemos hacer en nuestra profesión y, sin duda, trazó un rumbo indeleble. Luego, ya en la década de 1990, se produce un crecimiento importante en el número de publicaciones; entre ellas, se destaca un estudio seminal conducido por el Dr. Leape de la Universidad de Harvard. En él se mostró, por primera vez, la impresionante magnitud de los errores en medicina y la iatrogenia que ocasionaban: alrededor de 100.000 muertes y 1.000.000 de pacientes con efectos adversos por año en los EE.UU. El impacto de esas cifras fue tan tremendo que, años más tarde, en 1999, el Instituto de Salud de ese país instrumentó un programa especial (“To err is human: building a safer healthcare system”) destinado a generar estrategias para el reconocimiento de los errores y su prevención. Ya en el presente siglo, la publicación de artículos ha aumentado en forma notable y, si bien aún es escasa en comparación con otros temas, demuestra que siempre existen grupos interesados en bregar por una medicina centrada en el paciente, cuyas acciones enaltecen a la profesión médica.

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2008-03-24   |   759 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 106 Núm.2. Marzo-Abril 2008 Pags. 99-101 Arch Argent Pediatr 2008; 106(2)