Diagnóstico de la infección congénita por citomegalovirus en muestras de sangre seca de recién nacidos en la tarjeta de Guthrie.

Una técnica promisoria 

Autores: Distéfano Angélica L, González Favre Cecilia, Pardón Fabián, Sarubi María A, Canero Velazco Cristina

Resumen

En la infección congénita y perinatal por citomegalovirus el laboratorio cumple un rol decisivo, si se considera que el cuadro clínico en el recién nacido es semejante al que presentan otras infecciones. Los objetivos del trabajo son comparar los resultados de la reacción de la polimerasa en sangre seca y en orina y señalar la importancia del resultado en la tarjeta de Guthrie, para diferenciar la infección congénita de la perinatal. En el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas “Dr. Carlos G. Malbrán”, Servicio Virosis Congénitas Perinatales y Transmisión Sexual, se estudiaron 148 pacientes derivados por sospecha de infección por CMVH. Se analizaron las muestras de sangre seca (tarjeta de Guthrie) y de orina de todos los pacientes, mediante la reacción en cadena de la polimerasa. De 148 pacientes, 3 presentaron otras infecciones, 95 fueron negativos y 50 positivos para citomegalovirus: 35 fueron infecciones congénitas y 15 perinatales. En los casos congénitos, la reacción de la polimerasa en la sangre seca fue positiva (sensibilidad 100%, especificidad 98.9%, VPP 98% y VPN 100%). Cuatro de ellos, con síntomas tardíos, fueron estudiados retrospectivamente. En 15 pacientes con muestras de orina tomadas después de los 15 días y polimerasa positiva (S 100%), el análisis retrospectivo de la sangre seca fue negativo, por lo que se consideró que la infección fue perinatal. La reacción de la polimerasa en sangre seca puede utilizarse alternativamente a la reacción de la polimerasa en orina de recién nacido y permite diferenciar la infección congénita de la perinatal en los casos de infecciones congénitas con aparición tardía de los síntomas u otros casos de origen controvertido.

Palabras clave: Citomegalovirus diagnóstico congénito perinatal.

2008-03-24   |   1,524 visitas   |   Evalua este artículo 1 valoraciones

Vol. 106 Núm.2. Marzo-Abril 2008 Pags. 132-137 Arch Argent Pediatr 2008; 106(2)