Autores: Maur Romina, Bortman Guillermo
Introducción Desde los primeros casos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida humana (SIDA) reportados en la literatura, la introducción de nuevas terapéuticas ha determinado cambios en la historia y el curso evolutivo de la enfermedad. No sólo en lo referente a nuevas patologías suscitadas como efectos adversos o colaterales de la medicación, sino en el cambio del cuadro nosológico que implica el pasaje de una patología con baja expectativa de vida a otra prácticamente crónica. Es así como el desarrollo de tratamientos antirretrovirales contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), cada vez más efectivos en generar cargas virales indetectables, y la terapéutica coadyuvante que hace que la profilaxis adecuada evite infecciones oportunistas, desenmascaran nuevas afecciones del VIH en diferentes aparatos. En el caso del aparato cardiovascular, éste parece ser especialmente susceptible a la terapia antiinfecciosa desde que convierte al individuo en un potencial blanco por aumentar o generar los factores de riesgo clásicos. De forma similar, el mayor tiempo de exposición al virus y la menor mortalidad por patógenos oportunistas desenmascara nuevos terrenos diana. Tal es el caso del endotelio pulmonar y su parénquima. El objetivo de esta revisión es actualizar lo referente a hipertensión arterial pulmonar (HTP) en la infección por el VIH.
2008-03-24 | 769 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.1. Enero-Marzo 2007 Pags. 41-42 Rev Insuf Cardíaca 2007; II(1)