Fragmento

Ha muerto Elio Orduz Cubillos, sabio maestro, médico en su más hondo significado. A él pudo aplicarse, como a pocos, la clásica sentencia: “Médico soy y nada de lo humano me es ajeno”. Fue un humanista, un ejemplo y un paradigma de conducta, como médico, como miembro de familia, como ciudadano. Una de las mayores satisfacciones que han dado Dios y la vida a quien hoy escribe su obituario, fue haber compartido con él muchas horas disfrutando de su amistad, de su conversación, de sus enseñanzas, de su sabiduría: en la Academia de Medicina, en el Tribunal de Ética Médica, en el Colegio Médico de Santander, en el Hospital, en tertulias de amigos y colegas. Elio Orduz Cubillos había nacido el 30 de noviembre de 1919, era hijo del señor Mayor del Ejército Elio Orduz y de doña María Cubillos y hermano de Isolina, Mary, Lucila y Amira. Bachiller del Colegio San Pedro Claver de Bucaramanga en 1934, Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1941; se graduó con una Tesis premiada con Mención Honorífica: “Cirugía experimental del uréter y su reemplazo por un segmento de intestino delgado”. Fue Interno de Clínica Urológica por concurso. Ingresó al servicio de Cirugía del profesor don Pedro Eliseo Cruz. Una grave enfermedad de su padre lo obligó a regresar a Bucaramanga en 1944. Se vinculó al Hospital San Juan de Dios en donde trabajó durante muchos años como Cirujano General, Jefe del Departamento Quirúrgico y Director del Hospital. Allí promovió e inauguró el servicio de Cirugía torácica y practicó por primera vez en Santander importantes intervenciones quirúrgicas: la corrección de hernia diafragmática, valvulotomías digitales a ciegas a través de la bolsa pericárdica, e implantó los primeros marcapasos cardíacos.

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2008-03-26   |   1,091 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 29 Núm.2. Junio 2007 Pags. 132 Medicina Ac. Col. 2007; 29(2)