Autor: Kerdel Vegas Francisco
El éxodo de médicos hacia otros países es tan viejo como el mundo, y ese flujo y reflujo de los conocimientos de un país a otro que en otros tiempos sólo se lograba con la movilización física de los facultativos, han contribuido a difundir los conocimientos y a hacer de la medicina un arte y ciencia universales. Como todo en la vida, el problema está en las magnitudes de esas migraciones, pues como en muchas otras circunstancias se trata de la “dosis” y, cuando excede un cierto número, cualquier compensación posible a esta pérdida de un recurso humano tan valioso pierde sentido. Las cifras consultadas establecen, que para el año de 1972 se encontraban fuera de su país de origen más de 140,000 médicos, o sea un 6% de todos lo médicos del mundo. Es muy probable que esa cifra se haya incrementado considerablemente. En 1974 los médicos graduados en el extranjero eran ya la quinta parte de todos los médicos de EUA. Formarse como médico es un proceso prolongado, costos y exigente por la dedicación y esfuerzos sostenidos que demanda por parte de quienes aspiran a ejercer esa especie de sacerdocio, y arte, combinado con ciencia y tecnología avanzadas. Se renuncia por vida a horarios fijos de trabajo, días de asueto, noches de pausado e ininterrumpido sueño. Ponemos nuestros conocimientos al servicio de la humanidad y buscamos siempre encontrar los mecanismos sociales adecuados para que se reflejen un beneficio de todos, si la discriminación de los medios de fortuna de cada cual.
2008-04-01 | 669 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 21 Núm.3. Noviembre 1999 Pags. 1-4 Medicina Ac. Col. 1999; 21(3)