Vengo con un profundo sentimiento de amistad nacido de la fortuna de haber vivido en este país, en esta ciudad, durante más de un lustro, lo que me dio la oportunidad de conocer y trabajar con personas del mundo científico y académico que han dejado hondas huellas en mi espíritu. Aquí he aprendido a valorar los quilates de la intelectualidad colombiana y aquí he iniciado y cultivado amistades que perduran en el tiempo. Les agradezco la honrosa distinción que me han conferido, lo que plantea para mí una deuda de gratitud para con la Academia Nacional de Medicina de Colombia, deuda que sólo podré devolver trabajando perseverante e incansablemente para que los vínculos que unen a las comunidades científicas médicas de nuestros respectivos países se estrechen cada vez más. Como parte de este acto, se me ha invitado a hablarles de un tema en el que trabajo desde hace dos décadas y que me apasiona cada vez más: la Medicina Familiar.
2008-04-01 | 581 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 21 Núm.3. Noviembre 1999 Pags. 17-21 Medicina Ac. Col. 1999; 21(3)