La eutanasia, un dilema actual

Autor: Díaz Ballesteros Fernando

Fragmento

La muerte, como parte esencial de la vida, ha sido objeto de preocupación del hombre desde épocas remotas. Si bien siempre ha tenido que enfrentarse a ella, hasta hace pocos años, lo que pedía según la tradición cristiana era lo que llamaba “una muerte consciente”, de tal forma que el moribundo pudiera arrepentirse de sus pecados y tener acceso a la vida eterna. Ahora lo que pedimos es “una muerte digna”, rápida y sin sufrimientos. Este cambio se debe a los avances científicos en el campo de la medicina, que han originado una tecnología sofisticada para mantener y prolongar la vida. Antes era fácil morir, incluso sigue siendo fácil para algunos sectores de la población, generalmente los más desprotegidos. Pero para los que ya pasamos los 70 años o más y que pertenecemos a los sectores medios o altos de la sociedad, la muerte se ha vuelto más compleja y difícil. En la primera mitad del siglo XX, los ancianos morían en su cama rodeados de sus familiares, hoy mueren en “las terapias intensivas” rodeados de aparatos increíbles y de personas extrañas, donde es posible alargar la vida más allá de lo humanamente aceptable. Por esta razón se ha planteado un gran dilema: ¿es válido prolongar la vida de los enfermos terminales y quién tiene derecho a decidir?, ¿el médico, el paciente, sus familiares o el Estado? Las preguntas son muchas y las respuestas pocas.

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2008-04-04   |   969 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 36 Núm.1. Enero-Marzo 2008 Pags. 4-6 Rev Mex Angiol 2008; 36(1)