Autor: Gérvas Juan
Introducción Existe un conjunto creciente de bien intencionadas actividades sanitarias caracterizadas por su dudosa utilidad para el individuo y la sociedad (y por su indudable beneficio para quienes las promueven y promocionan). Iván Ilich escribió sobre ello desde un punto de vista sociológico, y otros, como Bob Evans y Vicente Ortún, se han pronunciado acerca del mismo asunto desde el punto de vista económico, sobre la “demanda inducida por el proveedor”. Por ejemplo, a más hospitales, mayor actividad hospitalaria sin que necesariamente se acompañe de mayor salud de la población. De hecho, en España, a más hospitales más atención centrada en la tecnología, no en las necesidades de los pacientes. Desde un punto de vista ético estas propuestas de dudosa utilidad son inaceptables pues, siendo generalmente bien intencionadas, carecen de crédito y de valor, y merecerían verse como expresión de una cierta “malicia sanitaria” ya que, aunque no haya propiamente engaño ni mentira, llevan a falsas conclusiones a través de medias verdades, extrapolaciones atrevidas, interpretaciones sesgadas, afirmaciones inciertas, y/o simplificaciones problemáticas. Semejante fenómeno es frecuente y hay actividades de este estilo en prevención, curación y rehabilitación. También hay en salud pública, planificación y política sanitaria, y en otros ámbitos referentes a la salud.
Palabras clave: Actividades sanitarias “malicia sanitaria”.
2008-04-08 | 1,300 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 104 Núm.3. Julio-Septiembre 2007 Pags. 93-96 Gac Med Bilbao 2007; 104(3)