Fragmento

Es éste un interrogante inmenso, con muchas respuestas posibles, dependientes del ángulo con que se ilumine el tema, del tipo de análisis al que sea sometido, y de la mayor o menor subjetividad con que se elaboren las conclusiones. Amparándome en los dudosos privilegios conferidos por mis muchos años, evadiré la pregunta planteada, y la reemplazaré por otras que someto a vuestra consideración, para ser contestadas por cada uno en el ámbito de su intimidad. ¿Sé lo que debo saber para desempeñarme eficientemente en la posición profesional que ocupo o mi saber adolece de lagunas que podrían comprometer la seguridad y la vida de quienes me han sido confiados? ¿Cómo aprendí lo que creo saber? ¿He sometido a un análisis crítico las fuentes de la información en la que me apoyo? ¿O he confiado en dogmas transmitidos por quienes ejercían alguna forma de autoridad? Cuando me enfrento con un problema nuevo ¿utilizo las herramientas provistas por la Lógica, en particular la duda sistemática, antes de llegar a conclusiones? ¿He considerado la posibilidad de que lo que aprendí en el pasado próximo o distante ya no sea completamente cierto por haber sido superado parcial o totalmente por nuevos conocimientos? ¿Acepto como verdadero todo lo que leo sin tener en cuenta el tipo de publicación que contiene el texto, y sin sospechar que intereses ocultos puedan haber conspirado para colocarlo allí? ¿Acepto como cierto todo lo que oigo en conferencias, cursos o congresos sin informarme acerca de la relación que podría tener el expositor con quienes podrían obtener beneficios de lo que dice?

Palabras clave: .

2008-05-01   |   646 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 24 Núm.2. Abril-Junio 2006 Pags. 82. Exp Médica 2006; 24(2)