Autores: Rodríguez Orozco Alain R., Kanán Cedeño Gabriela, Vázquez Romero María Eugenia, León Gutiérrez Abel, Barbosa Sánchez Claudia Edith, Tejeda Cárdenas Rosalinda Guadalupe
Introducción El asma es un problema de salud mundial, su incidencia continúa aumentando en nuestro medio y para su control en muchos casos no resulta suficiente el tratamiento farmacológico; por ello una perspectiva más integradora para su atención debe incluir el manejo de las circunstancias que detonan las crisis y las apuntan hacia la cronicidad de la enfermedad en la familia, la escuela y el trabajo. Bajo este enfoque sistemático, en la familia se encuentran las características que instigan el desarrollo de la enfermedad psico-somática y deviene en protagonista de los síntomas que el paciente exhibe. La familia psicosomática sufre básicamente problemas con las fronteras y los papeles que sus miembros tienden a entremezclar en una complicada madeja; en consecuencia, los deseos de unidad familiar están ligados a las dificultades para mantener los espacios individuales. Según Onnis (1990), existen cuatro características principales que caracterizan a la familia psicosomática: la aglutinación, la hiperprotección recíproca, la rigidez y la evitación de conflicto. La aglutinación se refiere al hecho de que los miembros de la familia se sobreinvolucran recíprocamente; cada uno mantiene tendencias intrusivas en los pensamientos, acciones, sentimientos y comunicaciones de los demás; los límites generacionales e interindividuales son frágiles, y se confunden papeles y funciones. La hiperprotección recíproca se establece cuando miembros de una familia muestran entre sí un alto grado de solicitud e interés recíproco; se estimulan y aportan respuestas de protección, en especial cuando el paciente asume el comportamiento sintomático todos se movilizan para protegerlo. La rigidez es una de las características más importantes del entorno psicosomático, una familia rígida es resistente al cambio aunque con frecuencia se presente unida y armónica, con escasas relaciones externas por lo que, aparentemente, el problema único es la enfermedad del paciente. La evitación del conflicto es otro de los rasgos típicos de la familia psicosomática, se aplican varios mecanismos para evitar el conflicto y ocultar el problema. Existe en la familia un bajo umbral de tolerancia al conflicto, por lo que es frecuente encontrar un niño en quien la aparición del síntoma consigue el bloque de las tensiones entre los padres y atrae hacia él la atención de la familia. Métodos: La presente investigación se realizó en la ciudad de Morelia, Michoacán, durante el año de 2005; es una investigación de tipo cuantitativo, no experimental, transversal y descriptiva; se estudiaron 20 familias nucleares con un hijo asmático con edades entre seis y 12 años; el objetivo del estudio fue caracterizar el funcionamiento y la organización de la familia por su relación con la detonación y persistencia de los síntomas asmáticos en el miembro de la familia que experimenta la enfermedad. Para obtener las mediciones se aceptó un rango con 95% de confiabilidad y se usó la Correlación de Pearson para estimar la relación entre las áreas de función familiar evaluadas. Para estimar el funcionamiento de la familia se usó la Escala de Funcionamiento Familiar de Emma Espejel que permite evaluar nueve áreas: apoyo, recursos, afecto, conducta disruptiva, afecto negativo, comunicación, autoridad, supervisión y control, ésta ultima está validada para la población mexicana y puede discriminar familias funcionales de familias disfuncionales con una sensibilidad de 0.91. Resultados: De las familias estudiadas 80% se mostraron poco funcionales en el área de afecto; 60% fueron poco funcionales en la comunicación; y 50% moderadamente funcionales en recursos. En las áreas de supervisión, autoridad y control fueron moderadamente funcionales 95%, 75% y 50% respectivamente. Fueron moderadamente funcionales en el área de apoyo, 70%. El 65% de las familias fueron moderadamente funcionales en el área que explora conductas disruptivas. En el área afecto negativo 50% de las familias fueron moderadamente funcionales. Las correlaciones positivas que más llamaron la atención entre las áreas de función familiar estudiadas fueron: entre autoridad y conducta disruptiva, r = .545, P < 0.05; entre autoridad y comunicación, r = .518, P < 0.05, y entre conducta disruptiva y recursos r = .524, P < 0.05. Discusión: El perfil organizativo-funcional encontrado en estas familias correspondió con las principales características reportadas por otros autores en las familias psicosomáticas: rigidez, sobreprotección, evitación de conflicto y aglutinación. Esta dinámica causa poca eficacia en cuanto a la demostración del afecto y para sustentar la comunicación, lo anterior se traduce en una permanencia de sentimientos negativos que repercute en la pobre utilización de recursos para salir adelante y, en ocasiones, se desconoce la existencia de éstos. La existencia de correlaciones positivas entre autoridad y comunicación, entre autoridad y conducta disruptiva y entre conducta disruptiva y recursos, significa que cuando la autoridad radica en el sistema parental los sentimientos son mejor expresados por la familia, se favorece el intercambio de puntos de vista y las situaciones emergentes como las adicciones y los comportamientos inapropiados son mejor discutidos. De igual forma los problemas en el comportamiento de la familia y las conductas inadecuadas tienden a no quedar resueltos debido a la limitación en el reconocimiento y manejo de las herramientas adecuadas para salir adelante.
Palabras clave: Familia psicosomática función familiar familia nuclear asma niños.
2008-04-30 | 3,975 visitas | 2 valoraciones
Vol. 31 Núm.1. Enero-Febrero 2008 Pags. 63-68 Salud Ment 2008; 31(1)