Autores: Martínez A Juan Carlos, González L Claudia, Lermanda H Tomás
INTRODUCCIÓN EL SISTEMA nervioso y la piel tienen un origen común: el ectodermo embrionario, razón por la cual la piel da cuenta de nuestro estado emocional y mental a través de sus lesiones. Al respecto, en el 25-33% de los pacientes dermatológicos es posible reconocer patología psiquiátrica o aspectos psicosociales disfuncionales. Un paciente con alteraciones cutáneas asociadas a síntomas psicopatológicos debe ser evaluado en conjunto, como un paciente psicodermatológico, y con ello orientarse en dos vertientes: o como un trastorno dermatológico con aspectos psiquiátricos, o como un trastorno psiquiátrico con expresión dermatológica. En el primer grupo se incluyen la psoriasis, la dermatitis atópica, la urticaria, el angioedema, la alopecia areata, y el acné. En el segundo grupo, se encuentran la depresión mayor, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno dismórfico corporal, la fobia social, el trastorno de estrés postraumático, la dermatitis artefacta o facticia, y las denominadas “conductas repetitivas orientadas al cuerpo”. Estas últimas, han sido originalmente descritas por BOHNE y colaboradores (2002) y comprenden las conductas dirigidas a remover uñas, pelo, piel y mucosa, y cuyo origen sería un trastorno impulsivo-compulsivo.
Palabras clave: Dermatilomanía patología psiquiátrica.
2008-05-01 | 2,167 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 8 Núm.1. Enero 2007 Pags. 126-142 Rev Avances 2007; 8(1)