Autor: Agrest Alberto
Son estas algunas reflexiones a las que obliga una medicina que cambia tormentosamente y una sociedad adicta a la novedad; ambas, medicina y sociedad, peligrosamente insensatas. Me parece que hablar de insensatez obliga a pensar qué es un pensamiento crítico, es que quizás el pensamiento crítico es la única protección contra la insensatez. Es patrimonio del pensamiento científico y filosófico la duda sobre la veracidad y la validez de las afirmaciones con la convicción que la duración de las interpretaciones consideradas verdaderas es limitada y que también es aún más limitado el ámbito de validez de esas verdades. Como ven, son limitaciones que imponen el tiempo y el espacio, la pretensión de la ciencia es que la duración de sus verdades llegue a ser eterna y su ámbito universal. Recordemos también que las verdades científicas requieren evidencias demostrativas controladas, que son siempre probabilísticas en su afán predictivo y en medicina seguramente más exigentes que las demostraciones observacionales históricas sin control o la casuística que tiene sólo, pero no despreciable, valor histórico y docente y con suerte el valor de alerta diagnóstica ante presentaciones similares.
2008-05-20 | 1,497 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 106 Núm.3. Mayo-Junio 2008 Pags. 193-195 Arch Argent Pediatr 2008; 106(3)