Autores: Ferrero Fernando, Moreno Laura
Deben existir pocas profesiones donde la ética ocupe un papel tan importante como en la medicina. Desde la más lejana antigüedad nos llegan los ecos del Juramento Hipocrático como una ley fundamental que rige nuestra actividad. Este documento, no sólo establece los principales ejes de nuestra relación con pacientes y colegas, sino que destaca algunos aspectos relacionados con la educación médica, como el respeto hacia los maestros y la trascendencia de legar los conocimientos a generaciones futuras. El tiempo ha dado lugar a otras estructuras formales por las cuales juran los flamantes médicos; en ellas, se privilegian los aspectos de la relación con nuestros pacientes, pero sin poner especial énfasis en aquellos relacionados con la enseñanza de la medicina. Aunque la asistencia, la docencia y la investigación son considerados los pilares de nuestra práctica profesional, es llamativo observar cómo ciertos principios éticos que aparecen como incontrastables en la asistencia y la investigación, no son considerados con igual rigor cuando se trata de la enseñanza.
2008-05-20 | 1,354 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 106 Núm.3. Mayo-Junio 2008 Pags. 196-197 Arch Argent Pediatr 2008; 106(3)