En este libro, encontramos un relato lleno de sentimiento del poco afortunado paso del Dr. Carlos Ramírez Esparza por nuestra alma mater, la Universidad de Guadalajara. Desde la primer página, nos damos cuenta que el Dr. Ramírez es una persona que lleva en su mente muchos recuerdos llenos de buenos y malos momentos durante el periodo académico de su vida, que comprende 44 años de trayectoria. Esto comienza con un hecho no tan lejano, en 1994, en que se llevó a cabo el festejó del aniversario número 200 del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, en el cual el Dr. Carlos fue parte del presidium, y se topó con una mujer que lo hizo pasar muchas penas en su iniciar como académico de la Universidad, la cual le ofreció disculpas por lo sucedido 40 años antes. Rápidamente, viajamos al año de 1948, donde estaba tomando rumbo la escuela de enfermería de nuestra universidad, al separarse de la facultad de medicina, y que por esos tiempos no era digna de orgullo académico, como nos cuenta el autor. Él asumió la dirección de la misma en 1955, para poner orden y comenzar a incrementar el número de inscripciones, así como el de egresadas, con una educación de calidad. Realizó infinidad de modificaciones inmediatamente al asumir su puesto, y trató de quitar a los malos elementos, tanto maestros como alumnas, por lo que se vió metido en un conflicto, ya que la paidocracia en esos tiempos era de mucho cuidado, y la escuela de enfermería estaba sumamente apoyada por la FEG (Federación de Estudiantes de Guadalajara), integrada por personas interesadas en el bien de los estudiantes, pero también por personas que solo buscaban ocasionar disturbios y beneficios gratuitos.
2008-05-21 | 1,044 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.3. Diciembre 2005 Pags. 198 Inv salud 2005; VII(3)