Autores: Pérez Magaña Clara Virgen, Rondón Cabrera Juan José, Borrás Díaz Armando, Alayo Jústiz Ileana
Siempre que se habla de la historia de la enfermería, tanto de asistencia como docencia, se menciona a miss Florence Nightingale por su abnegada labor en la salvación de enfermos y curación de heridas, así como también por su destacada actuación en la guerra de Grimea. Durante la primera intervención norteamericana en Cuba (1899–1903) vinieron enfermeras que pertenecían al ejército y los colegios de enfermería de Norteamérica. Miss Mary Agnes D’Donnell dirigió la primera escuela preparatoria en territorio cubano, inaugurada con 7 alumnas en el Hospital “Nuestra Señora de las Mercedes” de La Habana en agosto de 1899. En 1909 se efectuó una promoción de jóvenes enfermeras cubanas, que junto a las 7 graduadas con antelación, se colocaron al frente de las escuelas prácticas. La demostración más evidente entre el régimen antiguo y el moderno al cabo de década de enseñanza, tuvo lugar cuando 2 jóvenes enfermeras cubanas, una de ellas la señorita Margarita Núñez Monteagudo, asistieron al Congreso Internacional de Enfermería, celebrado en Londres en 1909. La anteriormente nombrada fue el enlace de las enfermeras cubanas con Florence Nightingale y el Consejo internacional de Enfermeras. En 1960 se fundaron varias escuelas de enfermería en Cuba, entre las que figuraba la del antiguo Hospital “Saturnino Lora” en Santiago de Cuba, donde matriculó la estudiante Lourdes Gregoria Jústiz de la Rosa, cuya ejemplar trayectoria en la profesión ha justificado estos merecidos elogios.
2008-05-30 | 1,043 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.3. Julio-Septiembre 2007 Pags. Medisan 2007; 11(3)