Fragmento

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha es una de las obras capitales de la humanidad, editada en 1605, precursora de las novelas psicológicas, en las que la realidad cobra distintos matices desde los ojos de tan singular arquetipo. El psiquiatra y neurólogo José Manuel Bailón-Blancas, como gran aficionado de la obra cervantina y dando seguimiento al aforismo “El médico que no conoce más que medicina, ten por seguro que ni sabe ni puede saber de medicina”, hoy nos presenta un libro fascinante, resultado de más de quince años de dedicación. Las palabras escritas por Miguel de Cervantes fueron transformándose, para el psiquiatra Bailón-Blancas, en síntomas y signos de un cuadro de desarrollo paranoide sobre depresión atípica endógena; así es, ¡éste es el diagnóstico!, es la base de las acciones de ese caballero, cuya fama ha traspasado el tiempo. Desde el comienzo de esta obra se muestra que don Alonso Quijano es el reflejo en papel del “manco de Lepanto”, quien inmerso en una profunda melancolía, da como fruto de su pluma un hijo feo y sin gracia, como él mismo lo llama, siempre vislumbrando un estado depresivo.

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2008-06-25   |   1,111 visitas   |   2 valoraciones

Vol. 5 Núm.3. Diciembre 2003 Pags. 185 Inv salud 2003; V(3)