Autor: Malagón Londoño Gustavo
Solo la desbordante magnanimidad de los señores académicos podía conducirme a la elevada dignidad que acabo de asumir, henchido de la más inocultable satisfacción, a la vez que agobiado por el peso de la responsabilidad que me significa responder fielmente como he jurado hacerlo, a las obligaciones y compromisos éticos, morales y ejecutivos que demanda la alta posición de presidente. La Academia nacida al servicio del país en 1872, legalmente reconocida hace 118 años por acto soberano del legislativo, sancionado por el ejecutivo, ratificada nuevamente por ley de 1979 como “organismo consultor y asesor del gobierno, para todos los asuntos relacionados con la salud pública y la educación médica del pueblo colombiano”, ha cumplido durante estos largos años el más ejemplar y destacado itinerario mediante prudente, constante y constructiva actividad a merced de la varias circunstancias que tocan la calidad de los servicios de salud, la dignidad de los profesionales, la buena moral y costumbres de los colombianos, la ética y la salvaguarda de los principios básicos del bienestar de nuestros conciudadanos. …Nunca la Academia ha sido inferior a su responsabilidad, ni ha evadido el compromiso que le asigna la ley; sus ejecutorias históricas así lo demuestran y la dignidad tradicional con que ha sorteado situaciones en ocasiones difíciles, reafirman su liderazgo y justifican el grado de respetabilidad de que es acreedora…
2008-07-07 | 976 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 30 Núm.1. Marzo 2008 Pags. 5-7 Medicina Ac. Col. 2008; 30(1)