Fragmento

El adelanto del conocimiento de diversas disciplinas científicas ha beneficiado a la medicina al proveerla de mejores instrumentos diagnósticos como es el caso del Doppler, la tomografía y resonancia magnética y mejores instrumentos para curar como son los nuevos medicamentos, vacunas y radioterapia. Entre estos interesantes y benéficos auxiliares para el manejo de la enfermedad se encuentra el conocimiento y manejo de la mitocondria. Hace un billón de años las bacterias aeróbicas colonizaron las células eucarióticas primitivas que no podían usar oxígeno. Así, se estableció una relación simbiótica acompañada de una pérdida de genes y el transporte de los genes de los procarotides a los núcleos encarotide. Por esto, la mitocondria reside en el citoplasma de las células con su propio DNA. Existen una serie de enfermedades de origen mitocondrial que en la actualidad tienen un tratamiento no adecuado, por lo que el tratamiento al menos paliativo centrado en la remoción de metabolitos nocivos centrados en combatir la acidosis láctica o la timidita nos dan esperanza para combatir el síndrome de encefalomiopatía neurogástrica. Otro camino, es la manipulación genética tendiente a disminuir el número de genes normales junto con la administración de oxígeno reactivo a través de ejercicios aeróbicos y terapia física en enfermedades neurodegenerativas relacionadas con disfunción mitocondrial.

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2008-07-16   |   1,692 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 13 Núm.1. Enero-Marzo 2008 Pags. 1-2 Arch Neurocien Mex 2008; 13(1)