Resumen

Todo el cuerpo humano cuenta con olores naturales acentuados en sitios específi cos y que nos indican olores característicos, pero estos olores se pueden alterar, aumentándose o disminuyéndose, según la evolución del mismo organismo, del aseo corporal o de las enfermedades que se padezcan. Pueden ser agradables o desagradables. Además pueden llegar a ser un problema de índole personal que desagrade al interlocutor y que afecte las relaciones interpersonales. La halitosis es uno de ellos. En el caso de la halitosis (mal aliento o mal olor bucal) los pacientes buscan a los odontólogos y/o a los médicos, mucho tiempo después de probar infructuosamente soluciones cosméticas como enjuagues y colutorios, por causa de la desinformación al respecto. Últimamente y después de haber constatado que el 90% de las halitosis tiene su origen en la boca, los profesionales han asumido que la halitosis es una verdadera enfermedad o un síntoma de otras enfermedades sistémicas; a la que se le debe buscar causas y tratamientos que no sean únicamente paliativos. En este momento ya se le ha dado importancia a la realización de un diagnóstico fi able con la fi nalidad de desarrollar un tratamiento efectivo. El profesional (odontólogo) debe emplear los datos recopilados en la historia clínica del paciente y los resultados obtenidos a través de los métodos de diagnóstico cualitativos y cuantitativos disponibles, para poner en práctica estrategias de control a este mal que aqueja al 50% de la población adulta, del 30% al 40% de los adolescentes y a un 20% de la población infantil.

Palabras clave: Halitosis mal aliento ácidos volátiles odontopediatría sulfuros gases higiene bucal.

2008-07-25   |   2,303 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 38 Núm.360. Mayo 2008 Pags. 179-183. Ped Rur Ext 2008; 38(360)