Autor: Santander López Ana Gilca
Así como Mariano José Larra un famoso escritor español del Siglo XIX decía “Escribir es llorar”, lo mismo se podría decir de Investigar en pleno siglo XXI. Tanto es así que existe un muy conocido portal cibernético de jóvenes investigadores llamado “Investigar es llorar”. Este hecho nos muestra que en muchas partes del mundo, aún en países llamados “desarrollados” son muchas las barreras y los lastres que frenan a los investigadores. Y estas dificultades no son precisamente aquellas inherentes a la exploración de lo desconocido, sino mas bien a los conocidos problemas de precariedad, falta de recursos, de transparencia, de vertebración de una carrera investigadora, etc. Si este es el panorama en países en los que el reconocimiento al saber y a la búsqueda del conocimiento es un sobreentendido, ¿qué podremos decir sobre lo que ocurre en el campo de la investigación en nuestro país?, ¿en nuestra región?, ¿en nuestra universidad? Como es de esperar, en todos estos ámbitos falta un reconocimiento generalizado de la producción investigadora, desconociendo que la investigación no es un gasto sino una inversión rentable.
2008-07-28 | 2,013 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 11 Núm.1. Enero 2008 Pags. 3 Rev Cient Cien Méd 2008; 11(1)