Introducción En el comienzo del siglo XXI, los acercamientos multidisciplinarios aplicados a la investigación básica y clínica han aportado una gran información sobre las bases moleculares y genéticas del cáncer y conocimientos oncoterapéuticos recientes han creado un estimulante clima de estudio para médicos e investigadores cuyos destinatarios son los niños con cáncer. Las clasificaciones histomorfológicas de los tumores han sido históricamente la base de las estrategias terapéuticas. La conjunción de la histología, la inmunohistoquímica y los estudios genéticomoleculares juega un papel esencial en el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de los tumores en general y, en especial, en los pediátricos. La mayoría de los trabajos en patología molecular de los tumores han sido llevados a cabo in vitro y en modelos animales. Otro sustrato de tejido humano, siempre utilizado, son los bloques de tejidos, incluidos en parafina, que constituyen el banco de tejidos más antiguo de la Patología en el mundo. Las muestras almacenadas en los Servicios de Patología están siendo revalorizadas, tras su uso diagnóstico inicial, como fuente de información pronóstica y predictiva; es decir, que tanto los tejidos incluidos en parafina, como muy especialmente los congelados, pueden ser requeridos para realizar nuevos estudios con una importante repercusión en el tratamiento de la patología tumoral y en beneficio de los pacientes afectados.
2008-07-30 | 944 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 106 Núm.4. Julio-Agosto 2008 Pags. 356-358 Arch Argent Pediatr 2008; 106(4)