Autor: Zuramay Carmen Gioconda
Los tumores de la región periampular son poco frecuentes y representan entre el 0 y 2% de los cánceres del tubo digestivo. Sin embargo, su incidencia ha experimentado un incremento significativo en las últimas décadas, situándolos en el cuarto lugar de las causas de muerte por cáncer. Las neoplasias de la región periampular son consideradas como los tumores que se originan en una de las siguientes estructuras: cabeza de páncreas, vía biliar distal (colédoco), ampolla de Vater y duodeno periampular. Para el diagnóstico, el análisis histológico debe ser muy cuidadoso, ya que el origen del tumor puede ser difícil de determinar y en ocasiones la identificación del primario puede ser imposible. El cáncer de páncreas es el más frecuente, representa el 70% de las neoplasias periampulares. El 30% restante corresponde a otro tipo, resultado similar al encontrado en el trabajo de Gil G y colaboradores, donde el 73.3% correspondió a cáncer de páncreas; a diferencia de lo hallado por Nava G y colaboradores, donde se evaluaron 23 especímenes de gastroduodenopacreatectomía de Whipple en la sección de patología quirúrgica y el 50% presentó tumores de la papila duodenal. El adenocarcinoma fue el tipo histológico más frecuente, tal como se describe en la literatura. Así mismo, se han reportado, con menor frecuencia sarcomas, linfomas y carcinoides. Los tumores del confluente biliopancreático tienen cierta predominancia de hombre a mujer, con una relación hombre: mujer de 1.6:1 a 4.5:1. El 80% de los tumores ocurren entre la sexta a séptima década de la vida, a diferencia de lo encontrado en los trabajos de Gil y colaboradores; Nava y colaboradores, donde el promedio de edad fue más bajo al descrito en la literatura (54.8 años - 54.2 años respectivamente), datos que deben ser considerados ya que es referencia nacional. La etiología es desconocida, pero se han identificado varios factores de riesgo: el cigarrillo, la dieta, el alcohol, pancreatitis crónica, poliposis adenomatosa familiar entre otros. Estos tumores son de crecimiento lento, con frecuencia de mal pronóstico, ya que al momento del diagnóstico casi en su totalidad son irresecables. El 85% de los pacientes manifiestan clínicamente un síndrome de ictericia obstructiva indolora y más del 50% presenta pérdida de peso, masa retroperitoneal y dolor.
2008-08-29 | 7,488 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 62 Núm.1. Enero-Marzo 2008 Pags. 10-11 Revista GEN 2008; 62(1)