Aplicaciones clínicas de las pruebas moleculares en el manejo del paciente con hepatitis B

Autor: Machado Irma V

Fragmento

La introducción de pruebas moleculares para el manejo del paciente con hepatitis crónica B data desde hace más de dos décadas, cuando se comienza a utilizar técnicas de hibridización y posteriormente Reacción en Cadena de la Polimerasa, en principio cualitativa y luego cuantitativa para, específicamente, clasificar a 10s portadores crónicos de antígeno de superficie (AgsHB) en portadores virémicos o replicativos y en portadores no virémicos o no replicativos. En la actualidad, los avances tecnológicos en el campo de la Biología Molecular así como, los nuevos desarrollos farmacológicos para intentar el control de la carga viral circulante (ADN VHB) trajeron como consecuencia la discusión de expertos mundiales sobre esta infección, lo que condujo a 8 consensos sobre hepatitis crónica B en los últimos 7 años. De lo anterior se deduce que el tema que pasaremos a discutir es altamente dinámico y, por tanto, los conceptos emitidos hoy pudiesen variar en un tiempo no fácil de anticipar. Pruebas moleculares en hepatitis crónica B Tres pruebas moleculares pueden ser realizadas para evaluar integralmente al portador crónico de AgsHB: 1) Cuantificación de ADN VHB 2) Genotipaje de resistencia 3) Genotipos VHB 1) Cuantificaci6n ADN VHB Los ensayos moleculares que investigan ADN VHB circulante o la llamada carga viral, son tecnologías que miden precisamente el nivel de genomas del VHB siendo este, el mismo material genético que codifica para las diferentes proteínas antigénicas de este virus. Actualmente, la recomendación es la medida cuantitativa de esta carga que se realiza mediante ensayos con diferentes rangos de detección y diferentes límites de sensibilidad. Por ejemplo, en nuestra experiencia hemos observado que, efectivamente, las cargas virales de los portadores activos con hepatitis crónica B antígeno e positivo son muy superiores a las de aquellos portadores activos con hepatitis crónica B antígeno e negativo.

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2008-09-02   |   1,342 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 62 Núm.2. Abril-Junio 2008 Pags. 149-150 Revista GEN 2008; 62(2)