Pilar Gómez: Al viento

Autor: Gómez Pilar

Completo

Mi trabajo obedece en esencia a la naturaleza documental de la fotografía. Por años he observado la estética del paisaje de acuerdo con la cultura del lugar donde me encuentro, lo significativo de la vida cotidiana, sus situaciones y objetos. Construyo un lenguaje visual que asocie arte, arquitectura, naturaleza y presencia humana, inspirada en la evolución que ha tenido este arte en el mundo contemporáneo. El concepto de la fotografía de viaje se ha transformado en el último siglo, el fotógrafo era un profesional de oficio que viajaba para documentar un lugar, para captar un suceso y a su regreso contar una historia a la prensa. Los enormes cambios tecnológicos han hecho posible que en el siglo XXI haya autonomía de los hechos y del lugar, lo importante ahora para un fotógrafo es su forma particular de ver el mundo. En lo que exploro actualmente, las imágenes son expresivas, independientes de los sucesos o los lugares, y el diseño es el vehículo que conduce su contenido. Intento que los contrastes causen tensión y le den dinamismo a la composición, que los tonos y las formas produzcan reacciones físicas y psicológicas; la relación que establezco con la escena fotografiada es vital y me entusiasma que quien observe mis imágenes pueda adivinarla en su lectura. Para lograrlo estoy consciente de su valor simbólico; estoy de acuerdo con que un símbolo hace por la composición visual lo que las tradiciones sociales o religiosas hacen por el lenguaje verbal. Experimento con película infrarroja en blanco y negro. El reto es entender que la luz a la que responde esa película no es la misma que yo estoy viendo. Fotografiar con ella implica aprender a ver de una forma diferente; detectar la luz visible y la invisible; visualizar con anterioridad los resultados; saber que tendrá una reacción especial ante el calor que emana un ser vivo —humano, animal o vegetal—; trabajar con su delicada fragilidad en el laboratorio, sometiéndola a saturaciones químicas y temperaturas determinadas para lograr resultados extremos de grano que propongan algo mas allá de la representación gráfica, siempre buscando manifestar una visión personal, una forma sorprendente de ver el mundo. Los efectos de esta técnica aportan a mis fotografías una gran posibilidad de expresión artística; son totalmente diferentes de los que resultan de una película convencional, y es se esta forma como puedo representar sueños, evocar recuerdos, capturar el viento, transformar imágenes reales en visiones ensoñadoras y mágicas, hacer que el poder de la luz, las densas nubes y los tonos dramáticos de la fotografía infrarroja realcen lo que nuestros ojos y nuestra mente perciben. Mirándolo así, mi camino particular como fotógrafa es más claro; a veces toma tiempo saber cuál es la motivación, otras veces vibro con un reflejo en un vidrio, con un ambiente con niebla, con unos niños que juegan en el agua; tomo decisiones técnicas y doy rienda suelta a la fotografía, por el placer de hacerla. Es fascinante.

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2008-09-22   |   812 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 37 Núm.2. Junio 2008 Pags. Rev Col Psiqui 2008; XXXVII(2)