Orbitotomías óseas mediante abordaje coronal: estudio retrospectivo de 87 lesiones infraorbitarias

Autores: Infante Cossío P, Molina Martínez M, García Perla A, Espín Gálvez F, Romero Arce J, Gutiérrez Pérez JL

Resumen

Objetivo: Presentar nuestra experiencia en 80 pacientes con tumores y lesiones intraorbitarias en los que se realizaron 87 orbitotomías óseas mediante abordaje coronal, durante un período de 12 años. Material, métodos y resultados: El diagnóstico histológico más frecuente fue el hemangioma, y la localización anatómica más frecuente la retrobulbar intracónica. La presentación bilateral de lesiones ocurrió en 7 pacientes. Las orbitotomías más utilizadas fueron la lateral y supero-lateral (87,35%). En un 90,80% de los casos se realizó algún tipo de osteosíntesis, un 51,75% con placas bio-reabsorbibles. La exposición o rotura de la duramadre intraoperatoria ocurrió en 10 pacientes. Se recogieron 45 complicaciones postoperatorias transitorias y 21 permanentes, las más frecuentes fueron las nerviosas (diplopia y ptosis) que se resolvieron espontáneamente en su mayoría en un corto intervalo de tiempo. En 15 pacientes se requirió colaboración multidisciplinar con neurocirugía. Conclusiones:La incisión coronal permite realizar cualquier orbitotomía ósea con eguridad, garantía y buen resultado estético y funcional. Las orbitotomías lateral y supero-lateral proporcionan un abordaje ideal extradural al espacio retrobulbar. El acceso al ápex, canal orbitario y zona medial nervio óptico requiere comúnmente un abordaje combinado neuroquirúrgico a través de fosa craneal anterior. La fijación de las orbitotomías mediante osteosíntesis biorreabsorbible constituye una alternativa a las placas de titanio, incluso puede ser de primera elección en la edad pediátrica. La morbilidad de esta cirugía es baja.

Palabras clave: Órbita tumor cirugía de órbita incisión bicoronal orbitotomía placa reabsorbible.

2008-09-22   |   995 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 19 Núm.4. Julio-Agosto 2008 Pags. 322-331 Neurocirugía 2008; 19(4)