¡Aaaah! ¡Me duele!

Autor: Renteria Torres José

Fragmento

Ni quien lo dude, cada día en las instituciones de salud, tanto públicas como privadas, son más los quejumbrosos y no me refiero a las dolencias que causan las enfermedades que padecemos. En esta ocasión me referiré a ese otro malestar que inconforma a las personas, cuando reciben un trato no adecuado en la atención médica. Antes de seguir adelante, y a pesar de este creciente malestar, es momento para afirmar con énfasis, que las instituciones de salud, y en especial las públicas, son los principales centros generadores de estabilidad y bienestar social del país, gracias al esfuerzo generoso de tanto trabajador, cuando cuidan la salud de grandes grupos de población en México. Pero aun así, las quejas por la insatisfacción recibida van en aumento, y nos están hablando de la realidad dolorosa en que viven algunas personas afectadas por una deficiente atención en el servicio prestado. En este “servicio prestado”, me llama a hacer una disgregación que me desvía del tema –no lo creo-porque me lleva a lo profundo de la relación sanitaria. La palabra “prestar” tiene varios significados que en el fondo llevan a lo mismo; significa estar presto, dispuesto, proporcionar lo que uno tiene y que el otro necesita; esta necesidad puede ser de ayuda física, económica, social y afectiva, entre otras.

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2008-09-30   |   784 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 18 Núm.50. Abril-Junio 2008 Pags. 3-4 Rev CONAMED 2008; 13(2)