Lactancia materna e inmunidad.

Nuevos aspectos 

Autor: Rossato Norma E

Fragmento

Inicialmente los beneficios de la lactancia materna se enumeraron en forma global relacionándolos con la protección frente a distintos trastornos infecciosos: menor incidencia de gastroenteritis, de otitis media y de infecciones respiratorias bajas, efectos que persisten durante la infancia luego de suspender el amamantamiento. Los niños amamantados tienen menor frecuencia de eczema atópico, de síntomas similares al asma, mejores niveles en el neurodesarrollo, mejor agudeza visual, menor riesgo de maltrato, ligero efecto protector contra la obesidad y el sobrepeso, disminución del riesgo de síndrome metabólico, niveles algo menores de tensión arterial y colesterol en sangre, aunque esto no se comprobó que se asocie a menor riesgo de enfermedad coronaria en la edad adulta. Tres estudios hallaron que los niños que fueron amamantados son adultos más altos. Los mecanismos involucrados en todos estos aspectos beneficiosos, son la neutralización de los agentes infecciosos por inmunoglobulinas A pasivamente transferidas, la formación de una barrera a nivel gastrointestinal, la presencia de sustancias con actividad antimicrobiana o un efecto modulador en la respuesta inmune del niño (lactoferrina, lisozima, interleukinas). Asimismo, la leche humana contiene factores bioactivos como hormonas (leptina, insulina) y presencia de ácidos grasos de cadena larga poli-insaturados. La lactancia materna podría influir en la programación del eje del factor de crecimiento similar a la insulina tipo I. Se ha sugerido una relación inversa entre el amamantamiento y algún tipo de cáncer de la infancia (incluyendo leucemia linfoblástica aguda, enfermedad de Hodgkin y neuroblastoma).

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2008-10-03   |   3,413 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 106 Núm.5. Septiembre-Octubre 2008 Pags. 385-386 Arch Argent Pediatr 2008; 106(5)