Autores: Bonetto Germán, Salvatico Estela, Varela Natalia, Cometto Cristina, Gómez Patricia F, Calvo Bernardo
Introducción: Por norma legal, a todos los recién nacidos se les debe extraer sangre durante los primeros días de vida, para la pesquisa neonatal de hipotiroidismo congénito y fenilcetonuria. El procedimiento de extracción supone cierto dolor para el neonato y aún no existe un método sencillo y eficaz para disminuirlo. Objetivos: Evaluar si la administración de glucosa, paracetamol o EMLA, disminuyen individualmente el dolor en recién nacidos, provocado por punción de talón, en un ambiente ambulatorio. Material y métodos: Estudio prospectivo y aleatorizado, a doble ciego, en el cual setenta y seis recién nacidos de término y sanos fueron asignados a recibir placebo, glucosa por vía oral, EMLA en talón o paracetamol por vía oral. Se realizó punción de talón para extraer sangre y dos observadores independientes midieron el dolor con dos escalas (NIPS y PIPP). La variable de resultado fue la cantidad de niños con valores de dolor por debajo de las cifras consideradas dolor moderado en cada grupo. Resultados: NIPS <4: placebo (9/19= 47%), glucosa (16/19= 84%), paracetamol (8/19= 42%) y EMLA (12/19= 63%). PIPP <8: placebo (9/19= 47%), glucosa (12/19= 63%), paracetamol (5/19= 26%) y EMLA (8/19= 42%). Con el uso de glucosa oral, encontramos: RAR: 0.37 (IC 95%: 0.09-0.64), RRR: 44% (IC 95%: 6-67), NNT: 2.7 (IC 95% 1.5-11). Conclusiones: Con el uso de la solución glucosaza por vía oral se obtuvieron los mejores resultados. Sólo con una de las escalas utilizadas fueron estadísticamente significativos. Con paracetamol y EMLA, no observamos disminución del dolor. Deberán considerarse otros métodos complementarios y combinados, junto con la glucosa, para aliviar esta experiencia dolorosa a miles de niños diariamente.
Palabras clave: Recién nacidos analgesia punción de talón ambiente ambulatorio.
2008-10-03 | 1,144 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 106 Núm.5. Septiembre-Octubre 2008 Pags. 392-396 Arch Argent Pediatr 2008; 106(5)