Autor: Di Candia Alicia
Cuando de elegir un ícono de la medicina se trata, algunos pensarán en la vara de Esculapio y otros en el estetoscopio, para don Gregorio Marañón, la silla era la principal herramienta del médico, pero para los pediatras, más allá de los niños fajados de los frisos del Ospitale degli Innocenti de Florencia, ese ícono probablemente sea alguna imagen relacionada con el crecimiento. El control del crecimiento y su comparación con curvas consideradas como estándar es una práctica habitual en América latina, así como en otras partes del mundo. Sus beneficios, en los países en vías de desarrollo, son el mejoramiento del estado nutricional y la mayor sobrevida de los niños pequeños a través de una mejor y más amplia utilización de los servicios de salud. El control del crecimiento es notoriamente aceptado por el equipo de salud como un elemento esencial de la atención primaria, como lo han expresado 154 de 178 ministerios de salud encuestados. Esta práctica para el mejor cuidado de los niños ha puesto al crecimiento como eje de la atención del niño y forma parte de la estrategia de Atención Primaria de la Salud Integral. Esta estrategia amplía el alcance de la Atención Primaria de la Salud de Alma Ata al incluir el concepto de la salud como un derecho humano y contemplar a los valores sociales y políticos como determinantes de la salud.
2008-10-06 | 1,094 visitas | 1 valoraciones
Vol. 106 Núm.5. Septiembre-Octubre 2008 Pags. 462-467 Arch Argent Pediatr 2008; 106(5)