El uso de medicamentos como armas de guerra: responsabilidad de los profesionales médicos

Autor: Cuestas Eduardo J

Fragmento

En mayo del 2007, la British Medical Association (BMA), ha escrito un destacado e interesante informe debido a la preocupación existente tanto en la sociedad civil como en los gobiernos, especialmente de la Comunidad Europea, por el uso indiscriminado de medicamentos como armas de uso militar. Lamentablemente, parecería que la farmacología de guerra es un hecho ineluctable, donde la neurociencia abre posibilidades impensables hasta hace muy poco tiempo. Actualmente, es posible reprogramar moléculas para que tengan como objetivo controlar, regular o eliminar funciones vitales de las neuronas. La informatización de la biología molecular permite ahora, que procesos que antes llevaban años de laboriosos estudios de laboratorio, puedan realizarse en muy poco tiempo, identificando y probando compuestos a una velocidad prodigiosa. El uso militar de las neurociencias no está destinado sólo al potencial enemigo, también permite aumentar la agresividad, controlar el dolor, disminuir la fatiga y hacer desaparecer el miedo en las fuerzas propias. El peor de los efectos inducidos farmacológicamente es la eliminación selectiva de los recuerdos, ya que de éste modo puede contarse con una fuerza militar humana sin sentimientos de culpabilidad, y por lo tanto, sin freno alguno ni autocontrol. La recuperación extremadamente eficiente del teatro de Moscú, que estaba tomado en una acción terrorista de grupos chechenios separatistas; presumiblemente con un derivado del fentanilo, ha traído el tema a colación y ha planteado preguntas sobre la ética de la “farmacología táctica”, el uso de “armas químicas no letales” y de su relación con diversos aspectos del derecho internacional.

Palabras clave: .

2008-10-07   |   1,158 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 26 Núm.1. Enero-Marzo 2008 Pags. 5-6. Exp Médica 2008; 26(1)