Entre las infecciones de los tejidos blandos la celulitis y la erisipela cobran especial importancia por ser causas frecuentes de infecciones de piel y tejido subcutáneo que se caracterizan por edema, eritema y dolor de la piel afectada, de inicio agudo y que por lo general se asocian con síntomas sistémicos como fiebre, escalofríos o malestar. En su mayoría son causadas por bacterias grampositivas como el Streptococcus del grupo A o el Staphylococcus aureus. En pacientes inmunocompetentes la mayoría de las veces el tratamiento es exitoso, pero en ciertos casos se presentan complicaciones o recurrencias que requieren un manejo diferente. No hay evidencia suficiente para recomendar con firmeza un esquema antibiótico sobre otro, ni la vía parenteral sobre la oral. La identificación y el control de los factores predisponentes disminuye la tasa de recurrencias. Algunas exposiciones o localizaciones se relacionan con gérmenes atípicos que deben ser cubiertos en esos casos. Los pacientes que presenten dos o más casos de celulitis o erisipela en el mismo sitio anatómico en un año podrían beneficiarse del tratamiento antibiótico profiláctico.
Palabras clave: Celulitis erisipela erisipela ampollosa complicaciones tratamiento antibiótico factores predisponentes recurrencia.
2008-10-31 | 9,409 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.3. Julio-Septiembre 2008 Pags. 168-176. Repert med cir 2008; 17(3)