Autor: Cerrada Bravo Teodoro
Un hombre de 29 años de edad ingresó al hospital por padecer fatiga, anorexia, malestar, cefalea occipital, fiebre y dificultad para concentrarse. En la exploración física parecía cansado y adelgazado. Su temperatura corporal era de 40°C. Tenía dolor en el borde hepático que se palpaba 3 cm por debajo del reborde costal. Padecía dolor abdominal difuso. La tomografía abdominal computarizada mostró engrosamiento de la pared en el íleon terminal y ganglios mesentéricos agrandados y aglutinados en el cuadrante inferior derecho. Pruebas de laboratorio: 4,600 leucocitos por mm3; aspartato-aminotransferasa: 790 U/L; deshidrogenada láctica: 1,562 U/L. Mostró también roséola distribuida en el tronco. Los hemocultivos repetidos resultaron negativos. En el estudio del hígado se observaron agregados lobulillares de celdillas de Kupffer (nódulos tifoideos). Los cultivos bacteriológicos del tejido hepático y la biopsia de la roséola fueron positivos para Salmonella Typha. El cultivo fecal obtenido de la esposa del enfermo fue positivo para S. Typha y, con la tipificación molecular del ADN bacteriano se demostró que la esposa era portadora silenciosa de la infección tifoidea. Como la cepa aislada de Salmonella fue sensible in vitro a fluoroquinolonas, se administró al enfermo un fármaco de este grupo. El paciente se dio de alta como curado. Se revisa la historia natural y la patogenia, el diagnóstico de laboratorio y la quimioterapia de la fiebre tifoidea no complicada.
Palabras clave: Fiebre tifoidea caso clínico epidemiología patogenia tratamientos.
2008-12-01 | 6,837 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 23 Núm.5. Septiembre-Octubre 2007 Pags. 447-457 Med Int Mex 2007; 23(5)