Autor: Czubaj Fabiola
Cada vez más estudios intentan traducir en cifras y resultados lo que la medicina conoce desde hace tiempo: las arterias empiezan a acumular los efectos de los malos hábitos desde el momento del nacimiento. Ahora, en Londres, se acaba de demostrar que la alimentación enriquecida en los primeros 60 días de vida aumenta 0,5 mmHg la presión sistólica (valor máximo) y reduce la elasticidad de las paredes arteriales 10 años más tarde. “Habría una etapa temprana en la vida en la que el organismo queda como programado para una futura enfermedad vascular. En esa etapa, la nutrición tendría un papel muy importante”, expresó la doctora Marietta Charakida, investigadora del Instituto de Salud Infantil del University College London, al presentar el estudio en la reunión anual del Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC 08), en esta ciudad. Este nuevo trabajo, según precisó Charakida, demuestra que “no es suficiente la prevención cardiovascular en la edad adulta, ni siquiera en la niñez, sino que son las estrategias nutricionales en la primera infancia lo que nos permitirá obtener más y mejores beneficios”.
Palabras clave: .
2008-12-05 | 869 visitas | 2 valoraciones
Vol. 27 Núm.3. Julio-Septiembre 2008 Pags. 98-99. Rev Hosp Mat Inf Ramón Sardá 2008; 27(3)