Autores: Cañedo Andalia Rubén, Guerrero Pupo Julio Cristóbal
Durante milenios el hombre ha luchado por sobrevivir en un medio adverso a donde llegó con algo más que sus escasas fuerzas físicas: su inteligencia y su fe. Poco a poco aprendió a distinguir el peligro, los alimentos, las medicinas; a luchar colectivamente y a preguntarse porqué. Así creció lentamente su conocimiento sobre el mundo y se desarrollaron las primeras herramientas, que extendieron sus fuerzas y habilidades ante no pocos retos de la vida cotidiana. Sobrevinieron la civilización, los templos, los palacios, las ciudades y las bibliotecas. Estas últimas, rodeadas durante siglos de misterio a los ojos profanos, se desarrollaron lentamente como guardianes fieles del conocimiento acumulado por la humanidad hasta cada momento de su historia. El arte, el conocimiento, las técnicas y la idiosincrasia del bibliotecario y su actividad evolucionaron con pasmosa tranquilidad bajo el amparo del respeto místico hacia el conocimiento.
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2009-01-09 | 742 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.2. Agosto 2008 Pags. . Acimed 2008; 18(2)