Autor: Fernández Armenta Erika
Introducción Existen varias piezas y documentos muy antiguos que demuestran la existencia de las infecciones de transmisión sexual desde la aparición del hombre en nuestro planeta. Algunos escritos señalan que hubo enfermos con gonorrea desde el año 2637 a.C; asimismo, hay testimonios antiquísimos de la condilomatosis, de la sífilis y de otras infecciones genitales. Un punto histórico interesante de las enfermedades de transmisión sexual es el papel que han tenido los soldados en la transmisión de estos padecimientos desde la antigüedad hasta nuestros días. El alcohol y las drogas están estrechamente relacionados; por ejemplo, hubo una época hasta antes de 1970, en la que la mayor parte de estas enfermedades eran bacterianas, pero a medida que la industria farmacéutica lanzó al mercado nuevos antibióticos, las infecciones bacterianas disminuyeron; sin embargo, el número de pacientes con infecciones genitales virales ha ido acumulándose en las últimas décadas debido a que aún existen pocos medicamentos antivirales curativos. Las infecciones de transmisión sexual continúan siendo un problema de salud pública de gran importancia en la mayoría de los países del mundo. Se considera que la incidencia de las enfermedades de transmisión sexual agudas es alta en muchos países. Las fallas en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual en estadios tempranos pueden ocasionar graves complicaciones y secuelas, entre las que se incluyen: la infertilidad, la pérdida fetal, el embarazo ectópico, el cáncer anogenital y la muerte prematura, así como infecciones en recién nacidos y lactantes. Los costos de la atención de una infección de transmisión sexual, tanto a nivel individual como nacional, pueden ser considerables. Con la aparición del VIH y del SIDA, el control de las infecciones de transmisión sexual comenzó a atraer más atención.
2009-01-20 | 3,628 visitas | 1 valoraciones
Vol. 15 Núm.96. Julio-Agosto 2008 Pags. 5-37 GINECO 2008; 15(96)