Autor: Ortiz Cabanillas Pedro
Se ha dicho que los problemas de la educación, en los países en desarrollo, giran principalmente en torno al método de enseñanza-aprendizaje, de cómo se enseña; otros han añadido el problema de los contenidos, de qué se enseña. Por nuestra parte, hemos sugerido que un problema, aun más fundamental, es el de la naturaleza del sujeto de la educación, de quien se educa. En efecto, si nos referimos a la educación médica actual, notaremos que se fundamenta en el supuesto de que el hombre, en general, es un primate, naturalmente con los atributos propios de su especie. Esta teoría ha sido sustentada, primero filosóficamente y después científicamente dentro del positivismo y el naturalismo. Es así como se ignora la verdadera naturaleza genética y social de cada uno de los hombres. Ninguna de las teorías psicológicas acerca de la personalidad ha tomado en cuenta la naturaleza de la sociedad y del individuo en sí; no se ha generado una concepción integrada acerca de la estructura psíquica de la personalidad, especialmente respecto a la afectividad, la cognición y la motivación en el nivel de la conciencia; no se dispone de una teoría consistente sobre el desarrollo formativo de la personalidad, y se enseña como si el cerebro fuese una caja negra de dos componentes, emocional y cognitivo. Todo esto implica, a su vez, que no hay una verdadera preocupación por la responsabilidad que tiene la sociedad en la formación moral de la conciencia. Hemos sostenido que esta propuesta científica natural ha determinado el fracaso de la educación en cuanto que no ha podido superar y menos evitar, la inmoralidad que, en nuestro caso, afecta a las instituciones médicas y de salud.
2009-02-10 | 698 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 25 Núm.3. Julio-Septiembre 2008 Pags. 267-268 Rev Peru Med Exp Salud Publica 2008; 25(3)