Autores: Velásquez Paz Arturo Luis, Villanueva Rustrián Filiberto, Pérez Bustamante Gerardo, Tafoya Ramírez Fabián, Luyando Hernández Jorge, Téllez Zenteno José Francisco
Hace cerca de veintinueve años que se reconoció por vez primera (junio de 1981) la presencia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida entre la raza humana y con este hecho inició el registro de la pandemia más trascendente del siglo XX y del primer decenio de este siglo. La historia de la medicina humana no había registrado tanto avance científico en torno a una sola entidad patológica, como lo ha sido con el SIDA y su agente etiológico, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La epidemia del SIDA comienza de manera oficial con un reporte de casos de cinco jóvenes homosexuales que fueron diagnosticados con neumonía por Pneumocystis carinii. Este reporte fue publicado por la revisión semanal del CDC en los Estados Unidos (Centers for Disease Control). En los siguientes 18 meses, otros pacientes fueron reportados por el mismo CDC en combinación con otras enfermedades oportunistas como el sarcoma de Kaposi y adenopatía generalizada que generalmente se presentan en pacientes immunocomprometidos. En junio de 1982 otro reporte del CDC sugirió que podría tratarse de una enfermedad transmitida sexualmente y fue acuñado el nombre deficiencia inmune del homosexual. Más adelante, el CDC reportó otros casos que no eran homosexuales como en pacientes con hemofilia y en pacientes que usaban drogas intravenosas. En 1982 se le llamó síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
2009-02-18 | 2,067 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.2. Abril-Junio 2009 Pags. 47-49 Rev Eviden Invest Clin 2009; 2(2)