Autor: Medina de Merino Miriam
La controvertida hipótesis acerca de que la placa dental puede actuar como reservorio de Helicobacter pylori y de que la saliva es una vía potencial de trasmisión de la infección por ese microorganismo, no ha podido ser confirmada. Este bacilo, con características morfológicas y de cultivo semejantes a las campilobacterias, tiene como hábitat natural la mucosa gástrica del ser humano y participa en la patogenia de la gastritis crónica, la úlcera gastroduodenal, el cáncer de estómago y otros procesos. La cavidad bucal podría ser el reservorio de este microorganismo, aunque existen datos contradictorios, pues algunos autores informan de su detección a partir de placas dentales usando técnicas de biología molecular, mientras que otros aportan resultados negativos y los hay quienes lo consideran como simple microbiota transitoria por reflujo gástrico. El diagnóstico de laboratorio de las enfermedades infecciosas se desarrolla en etapas. Tras la recepción de la muestra clínica en el laboratorio, se procede a su estudio macroscópico, a su cultivo y a la realización de métodos rápidos de detección microbiana (microscopía óptica, detección de componentes antigénicos y secuencias génicas mediante la utilización de sondas), y en algunos casos, se procede a efectuar pruebas serológicas para la detección de anticuerpos. Los resultados obtenidos en esta primera etapa (por lo regular el primer día) sirven para elaborar el informe preliminar. Generalmente, en el segundo día se procede a la observación de los cultivos, a la identificación rápida de los microorganismos aislados y a la realización de estudios para determinar la sensibilidad a los antimicrobianos. Los resultados obtenidos en esta segunda etapa sirven para elaborar el informe provisional. La tercera etapa comienza a partir del tercer día, y en ella se obtienen los resultados de las pruebas de identificación microbiana comenzadas el día anterior, de las pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos y la comprobación de los cultivos que han sido negativos los días previos. Los resultados de esta tercera etapa, junto con los obtenidos en las anteriores, generan el informe final. Con la excepción de algunos helmintos que pueden ser observados a simple vista, el pequeño tamaño de los microorganismos exige la utilización del microscopio para poder visualizarlos en la muestra clínica. Los dos tipos de microscopía existentes, la óptica y la electrónica, tienen importantes aplicaciones en el diagnóstico de laboratorio de las enfermedades infecciosas.
2009-04-06 | 4,874 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.51. Octubre 2008 Pags. 1 Odont Moder 2008; 5(51)