El viaje inicial, que permitió a Sergei Pavlovich Diáguilev llevar los Ballets Rusos desde los teatros de la Rusia Imperial a París y comenzar su leyenda en este campo del arte escénico inició hace cien años, en octubre de 1908. Eminente empresario y revolucionario de la estética coreográfica, nació el 31 de marzo de 1872 en Gruzine, provincia de Nóvgorod en Rusia, y estudió Derecho en San Petersburgo. Si bien pretendió seguir la carrera de compositor, fue disuadido con firmeza por el músico r uso Nikolai Rimsky-Korsakov, quien en 1899 lo convirtió en el asesor artístico de los Teatros Imperiales en Moscú en unión con el círculo de escritores y pintores dirigido por Leon Bakst y Alexandre Benois, con quienes fundó y más tarde editó hasta 1904 el progresista periódico de arte Mir Iskusstva (El mundo del arte). Dos años después se estableció en París, donde contrató al célebre bajo Feodor haliapin para la producción en 1908 de la ópera Boris Godunov, de Músorgski, en colaboración con el bailarín y coreógrafo ruso Mijaíl Fokin y un extraordinario grupo de bailarines r usos entre los que se encontraban: Vaslav Nijinsky, Anna Pavlova, Mijaíl Mordkin, Tamara Karsavina y Adolph Bolm, haciendo posible a realización de la idea de que el ballet debería ser un arte que unificara la danza, el teatro, la música y la pintura. Los exóticos ballets Las sílfides, Petruska y El pájaro de fuego, con coreografía de Mijaíl Fokin, inspirados en temas rusos, casi siempre ambientados con música de Igor Stravinsky, decorados de Bakst y Beníos, aprovechando el talento de artistas como Goncharova, Laurencin, Poulenc y Massine así lo atestiguan.
2009-04-06 | 899 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.51. Octubre 2008 Pags. 16-17 Odont Moder 2008; 5(51)