Autor: Franco Susana
La mayoría de las personas no se percata de su mal aliento, pero para los demás es una circunstancia que resulta demasiado obvia y socialmente inaceptable. Entre las muchas causas del aliento desagradable, las más comunes suelen ser el consumo de tabaco y alcohol, ingerir determinados alimentos, la presencia de trastornos de la digestión, algunos medicamentos y tener una higiene dental y bucal deficiente. Así, por ejemplo, los licores, la cerveza y otras bebidas alcohólicas, dejan residuos en la boca que alteran el aliento, produciendo su digestión un olor ácido. Los alimentos con un contenido relativamente alto de azufre, como el ajo, la cebolla, el pescado y la carne, pueden generar un mal aliento persistente. Además, la resequedad en la boca promueve el mal aliento. Un flujo ininterrumpido de saliva, ayuda a controlar las bacterias de la boca, y cuando disminuye o deja de producirse, como sucede durante el sueño, las bacterias se multiplican con rapidez, alimentándose de los residuos de alimentos en la boca, formando placa dentobacteriana (PDB) y linguobacteriana (PLB). Este proceso es el que ocasiona el mal aliento matutino.
2009-04-06 | 1,047 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.49. Agosto 2008 Pags. 12-13 Odont Moder 2008; 5(49)