Autor: Arjona Pacheco Héctor H
Uno de los padecimientos sujetos a vigilancia epidemiológica internacional, es la fiebre amarilla, la cual es endémica y frecuentemente epidémica en países de África, Sudamérica, Centroamérica y el Caribe. La mayoría de los brotes en Sudamérica, ocurren entre personas que trabajan en las selvas tropicales lluviosas, convirtíendose en estas localidades, en una enfermedad ocupacional. La fiebre amarilla, es transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti y por otros mosquitos de los géneros Haemogogus y Sabethes. El Aedes aegypti abunda en zonas húmedas alrededor del agua estancada y sólo pica durante el día, es uno de los principales transmisores de la “fiebre amarilla urbana”. La enfermedad puede permanecer localmente desconocida en humanos por extensos períodos y súbitamente brotar en un modo epidémico. En Centroamérica y Trinidad, tales epidemias se han debido a la forma de la enfermedad “fiebre amarilla selvática”, que permanece viva en la población de monos aulladores y es transmitida por el mosquito haemogogus, el cual vive precisamente en las selvas lluviosas. El virus para a los humanos cuando las altas selvas son taladas. Los obreros forestales pueden entonces transmitir la enfermedad a otros por medio de las especies de mosquito Aedes que viven en las altitudes más bajas, iniciando así una epidemia.
2009-04-09 | 923 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.6. Febrero 2009 Pags. 9-11 Rev Sal Quintana Roo 2009; 2(6)