Autores: Mantilla Hernández Julio César, Vásquez Lobo Armando José, Díaz Pérez Julio Alexander
Introducción: Las infecciones sistémicas por Sthaphylococcus aureus son una importante causa de morbimortalidad intrahospitalaria. Una adecuada evaluación clínica de las manifestaciones cutáneas pueden permitir un diagnóstico oportuno de la sepsis por S. aureus. Objetivo: Describir las alteraciones cutáneas de pacientes fallecidos por shock séptico por S. aureus. Materiales y Métodos: Estudio descriptivo prospectivo de serie de casos de autopsia. Resultados: Se estudiaron nueve pacientes fallecidos, con diagnóstico de shock séptico por Staphylococcus aureus, correspondientes al 3.1% (9 de 285) del total de las autopsias realizadas durante ese año en la institución. La edad media de estos pacientes fue 15.88 años, con un rango entre 2 a 47 años. Siete pacientes eran de género masculino y dos de género femenino, con una relación hombre/mujer 3.5:1. Todos adquirieron la infección en la comunidad. El cuadro clínico evolucionó entre cuatro y seis días, sólo en tres casos se realizó diagnóstico clínico. En todos se documentó sepsis por Staphylococcus aureus, foco primario en la piel en siete casos y sistema osteo articular en dos casos. Las manifestaciones cutáneas macroscópicas incluyeron pústulas generalizadas en cinco casos, eritema petequial generalizado con edema subcutáneo en dos casos y erupción vesículo pustulosa variceliforme en dos casos. Histológicamente se reconoció vasculitis séptica en los pacientes con lesiones pustulosas en siete casos. Además en los dos casos de eritema generalizado se observó la presencia de infiltrado mononuclear perivascular superficial y edema. Conclusiones: El shock septico por S. aureus ocasiona múltiples alteraciones cutáneas las cuales permiten la identificación de esta entidad si son evaluadas adecuadamente.
Palabras clave: Staphylococcus aureus piel autopsia shock séptico.
2009-04-14 | 3,290 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.1. Enero-Marzo 2009 Pags. 25-33 Rev Asoc Col Dermatol 2009; 17(1)