Autor: Azzi Samuel D
Las primeras referencias bibliográficas de los adhesivos para prótesis aparecen en el siglo XIX, pero su uso se remonta al siglo XVIII. Sin embargo, la primera patente se otorgó en Estados Unidos hasta 1913, pues los dentistas mantenían una actitud negativa a su utilización. Es más, en 1945 apareció un artículo donde se enumeraban las posibles razones por las que se podrían usar, siendo una de ellas “cuando el dentista es incompetente e incapaz de realizar una prótesis correcta y ajustada a la boca”. A pesar de su posible y extendida utilización entre la población usuaria de prótesis completas, a lo largo de la historia muchos dentistas han mantenido una actitud reticente y escéptica sobre su indicación, uso y efectividad. En otros casos, se ha considerado dentro del campo de los prostodoncistas como un fracaso en la técnica de realización de la prótesis completa, entendiendo que si era necesaria, era porque la prótesis no estaba “bien hecha”. Sin embargo, los laboratorios farmacéuticos han continuado su investigación, desarrollo y promoción, y la demanda por parte del paciente sigue en aumento, aun a pesar de la creciente aplicación de las técnicas implantológicas. Pero aún así existen casos, como en personas gravemente inmunodeprimidas, patología tumoral terminal, reabsorciones extremas del hueso residual, o sólo factores económicos, en los que la prótesis completa convencional sigue siendo la alternativa para su tratamiento. A veces, los problemas biomecánicos de retención, soporte y estabilidad, se encuentran en un diagnóstico impreciso, en un diseño discutible y en una ejecución del tratamiento insuficiente por parte del odontólogo. En estos casos, el realizar de nuevo la prótesis según la teoría y técnica adecuada, puede solucionar el problema. Pero en ocasiones, a pesar de efectuar un trata- miento protésico correcto, las características del sustrato sobre las que van colocadas, no permite un adecuado comportamiento biomecánico, o al menos, no el que el usuario desea. Siendo así, el paciente recurre en numerosas ocasiones, con o sin la prescripción facultativa a la utilización de mecanismos alternativos de retención, como son los adhesivos para prótesis. En la actualidad éstos son fabricados por casas farmacéuticas, y proporcionan viscosidad y adhesividad cuando absorben agua. Se comercializan en diferentes formas: polvo, cremas o pastas, tiras y almohadillas adhesivas.
2009-04-16 | 4,328 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.57. Abril 2009 Pags. 14-15 Odont Moder 2009; 5(57)