Autor: Edelberg Martina H
La toxicidad del mercurio, discutida de manera amplia y sin definirse aún, además de controversial, se ha descrito como un problema multifactorial. Un 3 a 5% de la población presenta susceptibilidad a este metal. Aparte, el manejo de sus excedentes en el consultorio dental, después de haber realizado un tratamiento de operatoria, es la principal causa del aumento de moléculas de este elemento en la sangre del odontólogo y sus asistentes, así como de todo ser humano que tenga contacto directo con los vapores que emana. La toxicología clínica estudia la interacción de los compuestos químicos con los seres vivos; un compuesto tóxico es cualquier sustancia química que, introducida en el organismo, va a interactuar con sistemas biológicos pudiendo causar alteraciones reversibles o irreversibles. Cuando un compuesto químico se encuentra en el medio ambiente, se lo designa “compuesto tóxico”, y si éste se halla en las secreciones de plantas o animales se lo denomina como veneno. En farmacología se le llama metales pesados a un grupo de elementos que incluyen a la plata (Ag), el plomo (Pb), el zinc (Zn) y el mercurio (Hg). En el organismo, estos metales precipitan las proteínas formando proteinatos insolubles, siendo por este motivo tóxicos. El mercurio es un metal de aspecto líquido, blanco plateado, que a temperatura ambiente se halla como metal o cinabrio. Su vapor se forma siempre que se lo calienta; considerando su capacidad de vaporización, también puede existir sin descubrirse en el medio ambiente de cualquier área, y si se derrama se forman pequeños globulitos y aumenta así su vaporización, al mismo tiempo que contamina todo tipo de superficie.
2009-04-16 | 2,989 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.56. Marzo 2009 Pags. 6-7 Odont Moder 2009; 5(56)