Autores: Potenziani Bigelli Julio César, Potenziani Pradella Silvia Daniela
Introducción El Martirio del Mercurio (Dios romano del comercio y del viajero), fue sufrido por todos aquellos que se sometían a tratamiento por enfermedades venéreas, específicamente por sífilis. Se administraba por vía oral (en forma de sales como el calomel), mediante fricciones, por inyección intramuscular y por inhalación de vapores de mercurio a pacientes que padecían sífilis u otras enfermedades venéreas. Luego el paciente era sometido a baños de vapor o cubierto con mantas gruesas, basándose el tratamiento en la Teoría de los Humores, según la cual los venenos causantes de la enfermedad debían evaporarse del organismo. Refiere Watts, que a ésta Teoría Helenistica-Arabe se le sumaba la convicción cristiana de que el dolor físico causado por el tratamiento, donde se caían los dientes, los dolores corporales eran tremendos y se caía el cabello, las pestañas y la barba, así como los altos costos del mismo, propiciaba una purga a los pecados cometidos. Las enfermedades venéreas desde el siglo XVI fueron siempre un verdadero problema de salud y ya a comienzos del siglo XVIII la única manera de contrarrestar la enfermedad, era a través de curas de mercurio en un ambiente caliente y seco, lo que se denominaba “El martirio del mercurio” ya que los pacientes afectados “Por una noche con Venus, pasaban toda una vida con Mercurio”, en alusión directa a los efectos devastadores de los devaneos sexuales cuando se tenían que tratar con medicamentos mercuriales.
2009-05-15 | 1,417 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.36. Julio-Diciembre 2008 Pags. VITAE 2008; 9(36)