El ejercicio de la medicina en cualquiera de sus áreas, partiendo de que la practique el Facultativo de primer contacto, los especialistas o los supra especialistas, no existe sin riesgo, en ninguna parte del mundo, entendiendo que el “riesgo” es la probabilidad de sufrir algún tipo de complicación, sin embargo, esta última es inherente al estado físico del paciente y a su comorbilidad entre otras, pero el error médico que condicionauna complicación que puede llegar a ser mortal es otra cosa, en ambos tipos de complicaciones, es decir, en el estado clínico, como la del error médico, hay acciones y/o medidas de tipo preventivo que deben realizarse, en la primera por protocolo de estudio y manejo (obligación); en la segunda, no están normadas en las guías clínicas, ni en los manuales de procedimientos u otros documentos normativos, por tanto, no son obligatorias pero el no llevarlas a cabo, han condicionado una serie de incidentes y accidentes que alteran el curso normal de cualquier actividad médica. Debido a que el paciente oncológico, que presenta tumores sólidos o líquidos, amerita frecuentemente de ingresos hospitalarios, para estudios diagnósticos, de etapificación y seguimiento, posterior a terapéuticas interdisciplinarias, que si bien es cierto, pretenden aliviar al individuo, éstas son complejas y producen toxicidad, misma que puede favorecer el desarrollo de complicaciones, así como enfermedades asociadas, que pueden concurrir con el cáncer, siendo inevitable la instauración de múltiples manejos, por una gran cantidad de profesionales de la salud, susceptibles de ser los causantes de eventos adversos, que impacten en la seguridad y vida del paciente, por lo que es fundamental estar conscientes de estas posibilidades y establecer estrategias para prevenirlos.
2009-06-05 | 1,064 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.5. Septiembre-Octubre 2008 Pags. 157-159 Gamo 2008; 7(5)